Pasar una noche en un templo es una cosa que muchos visitantes a Japón quieren hacer. Una vez un servicio ofrecido a los peregrinos, hoy día el alojamiento en los templos está abierto a todo aquel interesado en conocer este lado de la cultura japonesa.
Aún así, hay pocos templos preparados para recibir visitantes que no hablan japonés, entonces aquellos cuyos monjes hablan inglés pueden estar totalmente reservados con hasta meses de antelación. Pero hay un templo escondido en las montañas que pocos conocen…
El monje a cargo del templo y el alojamiento os enseñará a hacer meditación zen (zazen) y tendráis la oportunidad de copiar sutras budistas a mano. Aquellos que acaben temprano podrán disfrutar del baño exterior (rotenburo) o pasearse por el bosque alrededor del templo.
Shojin ryori, la comida vegetariana budista deliciosa, se servirá tanto al mediodía como para cenar y, si os quedáis más de una noche, el monje os podrá enseñar a cocinarlo vosotros mismos!
En noches claras se pueden ver las estrellas y las habitaciones son al estilo japonés tradicional.
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Hay muchas otras cosas que hacer en esta zona si tenéis más días libres. Ráfting tradicional, cuevas, campos de flores y santuarios sintoístas son todas paradas fáciles de camino al templo.
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